Sobre mí

Soy Carolina Harboe, una apasionada de la nutrición. De hecho, llegaría a decir que es mi obsesión. Me siento infinitamente agradecida de haber podido convertir mi hobby en mi profesión.

Hace más de 20 años en mi afán de entender cómo funciona la vida, estudiando Biología en la Universidad, me señalaron la oportunidad de desviar mi camino hacia Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Allí aprendí cómo funciona la Industria Alimentaria desde dentro, transformando lo que la Naturaleza los brinda en comestibles, transportables, almacenables, “enriquecidos”, recalentables etc. De allí, decidí profundizar más en el mundo de la nutrición con un Máster de Dietética y Nutrición
al mismo tiempo que firmé contrato de trabajo con la División de Nutrición de una empresa multinacional farmacéutica. Vendíamos leches de fórmula y nutrición enteral para enfermos, ancianos y niños. Allí aprendí, desde la observación y, de hecho, como participante activa, lo que mueve nuestro sistema sanitario.

La sacudida que me provocó la llegada de la Maternidad me acabó de encaminar sin saber realmente adónde iba. Con mi bebé, Sophia, en brazos cuando asistí a los círculos de lactancia vi una necesidad brutal de asesoramiento nutricional para las mamás lactantes y sus bebés que empezaban a comer. El servicio sanitario que tenemos a nuestra disposición de forma generalizada no tiene ni la formación ni el tiempo para apoyar estos procesos tan delicados tal y como se merecen. Cada vez más, nos encontramos con profesionales formados en Baby Led Weaning, pero aún falta mucho por hacer.

No hay nada más demandante a nivel corporal como gestar una vida, parir un bebé y luego alimentarlo exclusivamente durante 6 meses. A partir de ahí, muchas mujeres empiezan el proceso de destete aun dando lactancia materna, o fórmulas infantiles, mientras trabajan o empiezan con un nuevo embarazo. ¡Lo vi clarísimo – mamá nutrida = bebé nutrido!