¡Cuídate Mamá!

zach-lucero-fwjsBPbRm4g-unsplash

Escribo estas palabras con un tono de indignación por el abandono tan habitual que sufre una mamá pospartum.  Los cuidados de una mujer embarazada son bien aceptados y aplicados socialmente pero, una vez que una mujer tiene su bebé en brazos ¿entonces qué?

En el momento que una mujer pasa el portal del parto y entra en la Maternidad, su salud mental y física se vuelve muy frágil y ella se encuentra en un momento de extrema vulnerabilidad.  La vivencia de un parto nunca deja indiferente – tanto si ha ido “bien” como si no – y nos encontramos en momento en nuestras vidas en el que todo parece haberse girado bocabajo.  Podemos darnos cuenta de pensamientos como:

¡No me reconozco!

¡Cuánta emoción! Me inundan sensaciones de miedo/amor/alegría/abrumo…¡o todas a la vez!

¡No sé qué estoy haciendo! ¿Dónde está el “libro de instrucciones para este bebé?

Me siento al límite de mis fuerzas físicas y de mis emociones.

Físicamente, tenemos que recordar que acaba de crear una vida y la ha traído al mundo.  El desgaste nutricional es enorme.  Químicamente, las hormonas de parto y postparto parece que estén en una montaña rusa.  La oxitocina la ayuda a conectar con su bebé y con la subida de la leche pero, también, le confiere mucha apertura a otras personas con una confianza desmesurada.  Es muy importante que se rodee de gente que sabe cuidarla. 

Hay otras hormonas que bailan descontroladamente después de dar a luz y son las hormonas tiroideas.  Hay receptores para estas sustancias químicas en casi todas los tejidos de nuestro cuerpo.  Modulan nuestro metabolismo, temperatura corporal, motivación, emociones, niveles de energía etc.  En un momento, la mujer posparto se siente rebosante de energía, hasta el punto de tener un poco de ansiedad que supera la alegría y en otros se puede sentir muy deprimida y arrastrándose por las paredes.  Es difícil predecir qué harán estas hormonas y, a menudo, veo a mujeres diagnosticadas con depresión posparto cuando lo que tienen es un hipotiroidismo.  

Hace tiempo me contaron (pero, no lo sé seguro porque aún no me he sumergido suficientemente en la cultura para poder confirmarlo) que en la cultura asiática verás a las mujeres embarazadas que siguen cargando con el peso de la vida a igual que el resto.  Eso sí, nunca verás una mujer asiática con un bebé recién nacido en la calle como si nada.  Se les acoge, se les cocina, se les cuida y se les mima muchísimo posparto.  (Si tú sabes más que yo sobre este tema, por favor ilumíname). Intuitivamente, en mi opinión, me parece lógico. 

La buena noticia es que todo lo que pueda necesitar una mujer en esta situación vital, se le puede dar fácilmente.  Si necesita concentrarse en dar de mamar a su recién nacido y sanar sus heridas físicas y/o emocionales, su entorno más inmediato se puede encargar de limpiar, cocinar, comprar y del resto de las tareas del hogar y la familia.  Si sufre ya de una depresión más invalidante, agotamiento físico inhabilitante, desequilibrio hormonal profunda o una desnutrición ¡que se regale una sesión con el/la profesional adecuado/a!

Lo importante creo que es que un cambio de paradigma social es necesario.  ¡Toca ya reconocer la necesidad extrema de auto-cuidado que tiene la mujer posparto ya! y proporcionarle con lo que se merece después de haber creado una vida y haberla traído al mundo.  ¿Tú qué piensas? ¿Te sentiste abandonada en tu posparto? ¿Has percibido la fragilidad de la mujer en esta etapa?

Zach lucero fwjsbpbrm4g unsplash
Zach lucero fwjsbpbrm4g unsplash
Baby Nutrition by Carolina Harboe